jueves, 12 de junio de 2008

El orfanato de Jersey





Hace unos meses saltó la noticia: sucesivas denuncias de abusos sexuales y maltratos físicos que culminan con el hallazgo de restos humanos en un orfanato de la isla británica de Jersey.
En esos momentos, Haut de la Garenne, nombre del lugar, parecía tejer a su alrededor una historia maldita. Se construyó en 1867 para atender a niños de familias pobres con el fin de acabar con la delincuencia juvenil apartando a los menores de la mala influencia de su entorno familiar. En 1900 ya se había convertido en un orfanato y así continuaría durante décadas. Tras la ocupación Nazi, el edificio recobró su antiguo uso como orfanato hasta 1986, año en el que se cerró definitivamente el centro. Allí se rodó a principios de los 90 una serie de televisión (curiosamente, policiaca) y, en los últimos años, funcionaba como albergue juvenil.
Las denuncias abarcan desde finales de la década de los 40 hasta los 80: se habla de cámaras de castigo camufladas en dobles paredes, habitaciones tapiadas, sotanos secretos, trabajos forzados, abusos sexuales... toda una historia maldita que parecen confirmar el más de un centenar de denuncias.
Sin embargo, lo que en un principio se consideraron restos humanos han resultado no ser humanos, sino restos de coco o madera (?) y accesorios del rodaje de la serie de televisión. Las denuncias de abusos sexuales siguen en proceso de investigación mientras la policia intenta averiguar el objetivo de las habitaciones tapiadas, de los sotanos cerrados o de los pozos excavados en el jardín, entre otras 'curiosidades'.
La noticia no parece haber pillado por sorpresa a muchos de los habitantes de Jersey. Las malas lenguas hablan de más sesenta años de abusos de los que han surgido algunos de los peores pederastas británicos, lo que ha generado la típica controversia moral en estos casos sobre si el delincuente nace o se hace (o ambas) y como es que, siendo vox populi los malos tratos en la isla, nadie movió un dedo para proteger a los menores. No siempre han provocado rechazo este tipo de abusos. En la sociedad británcia del XIX y del XX, los malos tratos a menores entraban dentro de la 'formación' de la infancia, sobre todo, si los niños provenían de clases bajas, pues se suponía que sólo a base de palos lograrían hacer de ellos hombres de valía; algo parecido a 'la letra con sangre entra' que entonaban nuestros padres y abuelos. El orfanato nació con esta filosofía y es probable que la mantuviese durante toda su existencia.

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