lunes, 4 de agosto de 2008

DIVAGACIONES SOBRE LAS CASAS ENCANTADAS


Las casas encantadas siempre tuvieron una mística especial, tienen algo extraño, que nos asusta porque no entendemos, es algo que en principio, por el misterio que conlleva, se nos escapa a nuestra comprensión, y nos asusta. Los humanos queremos entenderlo todo, es la curiosidad propia de nuestra especie, y lo que no podemos abarcar lo convertimos en el misterio, o en un dios, o una religión, precisamente estas nacen para explicar lo que nos era inexplicable, porqué estamos aquí, porqué se esconde el sol, porqué pasa lo que pasa...
En las casas el misterio está a veces en pensar que nos va a superar siempre, pasarán generaciones y generaciones y muchos edificios persisten, tienen su vida aparte.
Es como si atraparan parte de la vida de sus moradores entre sus paredes, atrapan su alma, y aparecen las historias de fantasmas, de aparecidos, de psicofonías, que se buscan precisamente en lugares concretos, donde hubo mucho sufrimiento, donde las estancias estarían impregnadas de dolor...
Y cualquier cosa vale, nosotros de por sí queremos creer en algo más, que esto no se va a acabar así de golpe, y nos agarramos a lo que sea, sin pruebas ningunas, varias muertes en un mismo lugar, por ejemplo el edificio Dakota, lo relacionamos ya con un lugar maldito, un hospital abandonado, por ejemplo el famoso hospital del tórax, es un lugar misterioso y encantado porque allí murió mucha gente, en ambos lugares se supone que hay algo atrapado, los espíritus quizás de las personas que allí murieron.
Si esas teorías fueran ciertas estaríamos rodeados por todas partes de fantasmas sufridores y lugares mágicos donde se escucharían psicofonías a todas horas, un estrés, insoportable, por suerte no es cierto, si no, los turistas que paseen por la Plaza de la Quintana en Santiago no podrían dar dos pasos sin sentir algo extraño, como pasa con estos lugares, ya que era un cementerio y además el lugar donde se ejecutaba a la gente, una plaza encantadora en la actualidad.
Lo que pasa con las casas encantadas es que las historias misteriosas gustan, y saber que en tal casa pasó algo terrible, o que vivió alguien extraño, o lo que sea, gusta, debe de ser el morbo, como la gente que lee las revistas del corazón para saber a quién se cepilló Darek, por ejemplo, a lo mejor es que viéndolas, o leyendo la vida de otros en esas revistas, la vida se nos llena de algo distinto a lo cotidiano, nos escapamos de nuestra propia realidad, por un rato tenemos acceso a una vida distinta.
Las casas abandonadas tienen algo más mágico, son lugares que cuando entras es como entrar en un libro en donde tú misma vas escribiendo la vida de sus habitantes a partir de lo que dejaron allí, cuando ves unas cortinas viejas, o ves la marca de un cuadro que estuvo colgado hace mucho y ya no está, qué sería, un retrato, un paisaje... tú vas creando la historia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

O espírito orixinal do blog!! Boísimo post, compañeira, encantoume!!